Puntos clave/descripción general
Los protectores solares son productos que permiten absorber o bloquear la radiación ultravioleta (UV) del sol, para proteger a las personas de las quemaduras solares y reducir el riesgo de cáncer de piel. Los protectores solares minerales, también denominados bloqueadores solares o protectores solares físicos, contienen ingredientes como el dióxido de titanio o el óxido de zinc, y protegen la piel bloqueando los rayos UV dañinos del sol. Los protectores solares químicos contienen moléculas con carbono que absorben la luz solar, como oxibenzona, octinoxato, octisalato y avobenzona.
Usos y beneficios
Cuando se usa según las instrucciones, el protector solar permite proteger contra quemaduras del sol, reduce el riesgo de contraer cáncer de piel y ayuda a prevenir los primeros síntomas de envejecimiento de esta. Los protectores solares actúan proporcionando un “amplio espectro” de protección contra dos tipos de rayos ultravioleta (UV) dañinos: Los rayos UVA y UVB.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. recomienda usar protectores solares con un amplio espectro de protección UV y un factor de protección solar (SPF) de 15 o superior, para proteger contra el envejecimiento de la piel y el cáncer de piel.
Información de seguridad
La FDA regula la seguridad y la eficacia de los protectores solares químicos y minerales y de sus ingredientes activos, incluidos el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Ambos químicos se incluyen en la lista de ingredientes activos aceptables de la FDA para protector solar. Algunos ingredientes químicos de los protectores solares pueden causar irritación en la piel de ciertas personas. Por ejemplo, la avobenzona no es tóxica y, generalmente, no irrita la piel, pero si se usa en conjunto con fotoestabilizadores en protectores solares, puede incrementar el riesgo de irritación en algunas personas.
La Academia Estadounidense de Dermatología (AAD) afirma inequívocamente que “es seguro el uso de protector solar” y que “ningún estudio publicado demuestra que el protector solar sea tóxico para los humanos o peligroso para la salud humana”. Para niños menores de seis meses, la AAD declara que los padres y cuidadores deben evitar usar protector solar, y, en su lugar, proteger la piel de los bebés del sol cuidando que estén a la sombra y vistiéndolos con camisetas de mangas largas, pantalones y sombreros de alas anchas. Para niños de seis meses o más, la AAD recomienda a los padres y cuidadores que utilicen un protector solar que contenga dióxido de titanio u óxido de zinc, que protege la piel sensible de los bebés y niños pequeños.