Puntos clave/descripción general
No todas las químicas de PFAS son iguales. Tienen una amplia variedad de propiedades, usos y perfiles de salud y seguridad.
Las PFAS brindan resistencia, durabilidad y estabilidad a los productos utilizados en las industrias automotriz, electrónica, aeroespacial y médica.
Los organismos reguladores, incluida la EPA, confirmaron la seguridad de las PFAS que se usan en la actualidad.
Usos y beneficios
Cuando los átomos de flúor se unen con los átomos de carbono, crean un enlace químico muy estable. Esta estabilidad es lo que da a las sustancias químicas perfluorinadas sus propiedades distintivas, y proporciona fuerza, resistencia y durabilidad a una variedad de productos.
Las sustancias químicas perfluorinadas tienen amplios antecedentes de ofrecer un desempeño excepcional en una amplia variedad de aplicaciones exigentes.
Principales usos de los fluoropolímeros
- Industria automotriz: juntas, anillos, válvulas y mangueras en el sistema de combustible; cableado y placas de circuitos; cables de tiro; amortiguadores y bujes; baterías de vehículos eléctricos
- Aeroespacial (militar y civil): antenas de navegación y comunicación de alto desempeño; lubricantes para los mecanismos de flaps de las alas y trenes de aterrizaje; sistemas de separación de combustible y oxígeno
- Electrónica: fabricación de semiconductores de contaminación ultrabaja; grabado de obleas; tuberías y almacenamiento de productos químicos
- Medicina/respuesta a emergencias:dispositivos médicos implantados quirúrgicamente (p. ej., stents); equipos de prueba de COVID y tubos de respiradores; catéteres y alambres guía
Ejemplos clave de productos de fluorotelómero C6
- Textiles médicos tejidos
- Medios de separación y filtración de aire y líquidos de alto desempeño
- Membranas no tejidas para filtración de agua
- Aplicaciones textiles técnicas para uso en exteriores
- Producción de semiconductores
- Adhesivos, selladores y masillas duraderos
- Pinturas y recubrimientos de larga duración
- espumas fluoradas contra incendios
Información de seguridad
No todas las químicas de PFAS son iguales. Tienen una amplia variedad de propiedades, usos y perfiles de salud y seguridad. En los Estados Unidos, Europa y Japón, los fabricantes eliminaron el uso del PFOA, el PFOS y los compuestos químicos de cadena larga relacionados.
Los reguladores, incluida la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los EE. UU., confirmaron la seguridad de los productos con PFAS que se usan hoy en día, en base a un conjunto sólido de datos científicos. Varios órganos reguladores a nivel mundial llegaron a conclusiones similares.
Los fluoropolímeros son moléculas poliméricas grandes, estables e inertes. Los fluoropolímeros tienen perfiles de seguridad bien establecidos y cumplen con los criterios utilizados por los expertos en regulación química de todo el mundo para identificar polímeros de bajo riesgo potencial para la salud humana o el medioambiente.
Los fluoropolímeros poliméricos de alto peso molecular son demasiado grandes para atravesar las membranas biológicas y, por lo tanto, presentan poco potencial para la exposición humana o ambiental. Los fluoropolímeros no son solubles en agua y, por lo tanto, no se encuentran en fuentes de agua potable. Es importante señalar que los fluoropolímeros no pueden transformarse en PFAS heredadas, como PFOA y PFOS, en el medio ambiente.
Los productos a base de fluorotelómeros C6 han sido revisados minuciosamente por los reguladores antes de su introducción en el mercado, están sujetos a revisiones continuas y cuentan con el respaldo de un sólido conjunto de datos científicos rigurosos sobre salud y seguridad.
Esta evaluación también incluyó la revisión de posibles productos de descomposición (degradación). Como se refleja en la bibliografía científica publicada, los estudios determinaron que uno de los principales productos de descomposición potenciales, el ácido perfluorohexanoico (PFHxA o ácido C6), no provoca cáncer (NTP 2018; Klaunig et al. 2015; Loveless et al. 2009); no perturba la actividad endocrina (hormonal) (Borghoff et al. 2018); no causa daños reproductivos ni del desarrollo (Loveless et al. 2009; Iwai et al. 2019, Iwai y Hoberman 2014); no se acumula en el cuerpo humano y no se concentra en el cuerpo de los organismos vivos (Chengelis et al. 2009b; Iwai y Hoberman 2014; Russell et al. 2013, 2015; Nilsson et al. 2010, 2013; Fujii et al. 2015; Guruge et al. 2016; Gannon et al. 2011, 2016).