El papel fundamental del uso de desinfectantes en espacios públicos

La importancia de los desinfectantes en los espacios públicos

1. Cómo romper la cadena de transmisión. Los espacios públicos pueden ser caldo de cultivo para numerosos patógenos debido al flujo constante de personas. Los desinfectantes ayudan a cortar la cadena de transmisión al reducir la cantidad de estos microorganismos en las superficies de contacto frecuente, lo que reduce el riesgo de contaminación y la posterior infección.
2. Las superficies de alto contacto requieren atención. Las manijas de las puertas, los botones de los ascensores y las áreas comunitarias son focos para la transmisión de gérmenes. Desinfectar estas áreas con regularidad es fundamental para mantener un entorno higiénico.
3. Proteger a las poblaciones vulnerables. Las personas mayores y quienes tienen un sistema inmunitario inmunodeprimido presentan un riesgo mayor de sufrir consecuencias graves como resultado de enfermedades infecciosas. Una desinfección diligente en espacios públicos ayuda a crear entornos más seguros para todos, especialmente para quienes pueden ser más vulnerables a las enfermedades.

Lugares clave para usar desinfectantes

Hoteles y apartamentos. Los hoteles y los apartamentos albergan a numerosas personas en espacios con mucha cercanía; y tienen áreas comunitarias, como vestíbulos y piscinas. Para reducir la transmisión de enfermedades infecciosas y favorecer entornos limpios y seguros para los huéspedes y residentes, se usan desinfectantes para ayudar a controlar los patógenos en estos espacios compartidos.

Hospitales/centros de cuidado de la salud. En general, las instalaciones para el cuidado de la salud cuentan con numerosos lugares que requieren distintos niveles de desinfección, como salas de examen, quirófanos, UCI, farmacias, salas de espera y demás. Los desinfectantes se usan para controlar la propagación de microbios que causan enfermedades; y eso, a su vez, ayuda a proteger a los médicos, los pacientes, el personal y otras visitas de enfermarse innecesariamente.

Gimnasios. Debido al alto nivel de actividad física y equipos compartidos, los gimnasios públicos pueden contener numerosos lugares y superficies donde los gérmenes pueden vivir, como pesas, equipos para hacer ejercicio, máquinas para entrenamiento cardiovascular y vestuarios. Los desinfectantes pueden ayudar a reducir y matar a estos gérmenes; y de esa manera, se reduce la propagación de las enfermedades y se mantiene a los miembros de los gimnasios sanos.

Transporte público. Los sistemas de transporte público, como subtes, aviones y autobuses, son lugares por donde pasan muchas personas que tienen un contacto cercano cada día; por lo tanto, cuentan con muchas superficies donde los gérmenes se pueden transmitir fácilmente. El uso habitual de productos desinfectantes puede ayudar a reducir la cantidad de gérmenes y evitar que se propaguen.

Escuelas. Las escuelas albergan a numerosos estudiantes, padres y personal cada día; y tienen muchas superficies donde los gérmenes pueden vivir, como encimeras, manijas, teclados de computadora, teléfonos y juguetes. El uso de desinfectantes puede ayudar a prevenir la propagación de gérmenes y reducir el riesgo de infecciones entre la población escolar. 

Oficinas. Los edificios de oficinas son otro lugar donde muchas personas se reúnen y por donde pasan cada día. Los lugares y las superficies de alto contacto incluyen las áreas de recepción, las salas de descanso, los salones, las cocinas, los baños y los ascensores. La desinfección habitual es una práctica fundamental para ayudar a mantener un entorno de trabajo limpio y saludable.

Buenas prácticas para el uso de desinfectantes en espacios públicos

1. Elegir el desinfectante correcto. El primer paso de una estrategia sanitaria efectiva es seleccionar un desinfectante adecuado. Verifique que los productos elegidos combatan los patógenos específicos que desea eliminar.
2. Seguir las instrucciones del fabricante. El seguimiento de las instrucciones del fabricante es primordial. Esto incluye usar la concentración correcta, permitir suficiente tiempo de contacto y tomar las precauciones de seguridad necesarias.
3. Establecer un cronograma de limpieza habitual. La uniformidad es clave. Implementar un cronograma de limpieza habitual, especialmente en las áreas de alto tránsito, ayuda a mantener un entorno limpio y seguro. Personalice la frecuencia de la limpieza según el nivel de uso y el tráfico peatonal de cada espacio.
4. Capacitar al personal de limpieza. Capacite de manera adecuada al personal de limpieza sobre el uso correcto de los desinfectantes. Esto incluye comprender los métodos de uso, las proporciones de dilución y las medidas de seguridad para asegurar prácticas de desinfección efectivas y seguras.
5. Promover la conciencia pública. Es importante informarle a la población sobre los continuos esfuerzos de desinfección. Una comunicación clara crea confianza y anima a las personas a tomar precauciones personales, como una buena higiene de manos.