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Puntos clave/descripción general

Según los CDC, el dióxido de cloro se agrega al agua potable para proteger a las personas de bacterias dañinas y otros microorganismos. La EPA reconoce el uso del dióxido de cloro como desinfectante del agua potable, y este está incluido en las Pautas para la calidad del agua potable de la OMS.

En entornos médicos, el dióxido de cloro gaseoso se puede usar para esterilizar equipos, superficies, habitaciones y herramientas. No debe usarse para tratar enfermedades o dolencias.

En su forma pura, el dióxido de cloro es un gas peligroso, pero es probable que la mayoría de las personas no estén expuestas a aire que contenga niveles riesgosos de dióxido de cloro, ya que en el aire se descompone rápidamente y se convierte en cloro gaseoso y oxígeno.

Para los trabajadores que usan dióxido de cloro, la OSHA regula el nivel de dióxido de cloro en el aire del lugar de trabajo por motivos de seguridad.

Usos y beneficios

Agua limpia que viene del fregadero de la cocina

Una desinfección avanzada en el tratamiento del agua

El dióxido de cloro es un desinfectante. Cuando se agrega al agua potable permite destruir las bacterias, los virus y algunos tipos de parásitos que pueden causar enfermedades, como el Cryptosporidium parvum y la Giardia lamblia. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) regula la concentración máxima de dióxido de cloro en el agua potable: esta no debe superar las 0.8 partes por millón (ppm).

Manzanas flotando en agua siendo limpiadas

Usos industriales y en fabricación

La química del dióxido de cloro se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones industriales, petróleo y gas, alimentos y municipales:

Producción de alimentos y bebidas
El dióxido de cloro se puede utilizar en el agua como un agente antimicrobiano para el procesamiento de aves de corral y para lavar frutas y verduras.

Procesamiento de papel
El dióxido de cloro se usa para procesar químicamente la pulpa de madera para la fabricación de papel.

estetoscopio y otros suministros médicos comunes

Aplicaciones médicas

En los hospitales y otros entornos sanitarios, el gas de dióxido de cloro se usa para esterilizar los equipos médicos y de laboratorio, las superficies, habitaciones y herramientas. Los investigadores descubrieron que, en concentraciones adecuadas, el dióxido de cloro es seguro y eficaz para ayudar a eliminar la bacteria Legionella en entornos hospitalarios. La bacteria Legionella pneumophila puede causar la enfermedad del legionario, un tipo de neumonía potencialmente mortal.

El dióxido de cloro no es una cura ni un tratamiento para dolencias médicas, incluidas, entre otras, el autismo, el VIH, la malaria, los virus de la hepatitis, la gripe, los resfriados comunes y el cáncer. Las afirmaciones de que la ingestión de dióxido de cloro, a menudo publicitado como “solución mineral milagrosa” o MMS, curará estas u otras dolencias son falsas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE. UU. recomienda no consumir MMS.

Estetoscopio y otros suministros médicos comunes

Información de seguridad

El dióxido de cloro se usa para desinfectar el agua potable en todo el mundo. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU., el dióxido de cloro se añade al agua potable para proteger a las personas de las bacterias dañinas y otros microorganismos. La EPA reconoce el uso de dióxido de cloro como desinfectante del agua potable, y este está incluido en las Pautas para la calidad del agua potable de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En su forma pura, el dióxido de cloro es un gas peligroso, pero es “poco probable” que la mayoría de las personas respiren niveles riesgosos de dióxido de cloro, ya que en el aire se descompone rápidamente y se convierte en cloro gaseoso y oxígeno. Para los trabajadores que usan dióxido de cloro, la Administración de Seguridad y Riesgo Ocupacional de EE. UU. (OSHA) regula el nivel de dióxido de cloro en el aire del lugar de trabajo por motivos de seguridad. La OSHA ha establecido un límite de exposición permisible (PEL) para el dióxido de cloro en 0,1 partes por millón (ppm), o 0,3 miligramos (mg) por metros cúbicos (m3) para los trabajadores que utilizan dióxido de cloro con fines industriales en general. La OSHA también estableció un PEL para el dióxido de cloro para la industria de la construcción. El dióxido de cloro siempre se elabora en el lugar donde se lo utiliza.

Preguntas frecuentes

¿Cómo se usa el dióxido de cloro en el tratamiento del agua?

Según la EPA, el dióxido de cloro se usa "en las instalaciones públicas para el tratamiento de aguas residuales, para que el agua sea segura para el consumo". Cuando se añade dióxido de cloro al agua potable, este destruye las bacterias, los virus y algunos tipos de parásitos que pueden causar enfermedades, como el Cryptosporidium parvum y la Giardia lamblia.

¿El dióxido de cloro es una cura milagrosa para numerosas enfermedades y dolencias?

No. Las afirmaciones de que el dióxido de cloro es un tratamiento o cura para dolencias médicas como el autismo, el VIH, la malaria, los virus de la hepatitis, la influenza, los resfriados comunes, el cáncer u otras enfermedades/dolencias no tienen sustento científico. El consumo de soluciones de dióxido de cloro, como MMS, puede causar náuseas, vómitos, diarrea y deshidratación grave. Estos productos no deben consumirse ni administrarse para el consumo. La venta de estos productos como curas milagrosas es peligrosa y ha dado lugar a condenas penales.

¿El dióxido de cloro remueve el olor?

En el agua, el dióxido de cloro se utiliza para eliminar sabores y olores desagradables, así como para eliminar las algas y bacterias que producen feo sabor y olor. También se usa en algunos productos para la higiene personal. Por ejemplo, el dióxido de cloro se utiliza en enjuagues bucales y productos de odontología como compuesto biocida oxidante para tratar el mal aliento.

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